Un proceso de negocio es una serie de pasos realizados por un grupo de personas para lograr un objetivo concreto. Cada paso del proceso representa una tarea que se asigna a un participante.

Si bien hay una gran cantidad de cosas que se escriben y dicen sobre la gestión de procesos de negocio, es esencial comprender por qué son tan importantes para su empresa. La principal característica de un proceso de negocio es que transforma una o más entradas en una salida (producto o servicio) de valor para un cliente, por lo que se deduce que los objetivos de la organización se pueden lograr a través de la gestión correcta de los procesos de negocio.

Basados en lo anterior, es lógico pensar que la mayoría de los productos y servicios complejos requerirán la contribución de múltiples funciones de la empresa. Por lo que, un proceso de negocio debe estar bien definido para que indique qué, cómo, cuándo, dónde, y por qué se hace el trabajo. Es importante especificar claramente quién es el responsable de la ejecución del mismo. Una definición detallada de un proceso proporcionará la cantidad correcta de la visibilidad y el rol de los distintos consumidores potenciales de esta información, a todos los niveles de la organización.

Identificar los procesos con los que debe operar una organización para obtener ventajas competitivas es clave, ahí radica su importancia. Un proceso constituye el fundamento de cualquier negocio y lo ayuda a optimizar las actividades individuales, asegurándose de que los recursos se utilicen de manera óptima buscando siempre mejorar la productividad y las utilidades.